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Categoría:
Sociedad

Hermanos malargüinos, Campeones Nacionales de la Cueca

Con apenas 11 y 9 años, Jazmín y Juan Cruz Zobarzo vivieron un fin de semana inolvidable en Rawson, provincia de San Juan, donde participaron del Festival Nacional de la Cueca 2025 y lograron quedarse con el máximo premio de la categoría menor. Ahora, los hermanos malargüinos se prepararán para defender su título el próximo año, consolidando su lugar entre los mejores de la Cueca Malargüina.

Los pequeños malargüinos contaron que se sintieron “muy emocionados y felices” por representar a Mendoza en un escenario tan importante y que disfrutaron cada instante de la competencia. Esta fue la segunda vez que los hermanos se presentaron juntos en un certamen nacional: la primera había sido meses atrás, en el Festival Nacional del Chivo 2025, donde también obtuvieron un premio por su talento.

Su padre, Damián Zobarzo, y su mamá Mariana Soria, acompañaron en el viaje y destacaron todo el esfuerzo que significó llegar a San Juan. El padre de los menores explicó que, además de las largas jornadas de ensayo, la familia debió organizar diferentes actividades para reunir el dinero necesario, recibiendo el acompañamiento de vecinos y conocidos de Malargüe. Incluso, los propios niños tomaron una decisión que emocionó a todos: renunciaron a su regalo del Día del Niño para poder financiar el viaje, demostrando el compromiso y amor que sienten por la danza.

Los hermanos Zobarzo junto al cantante Enzo Verdugo.

Antes de la competencia, los hermanos realizaron una investigación sobre la vestimenta tradicional de Malargüe, revisando fotografías antiguas del Museo Histórico local para recrear con fidelidad cómo se vestían los gauchos y las niñas en las festividades de antaño. Esta preparación se vio reflejada en el escenario: Juan Cruz usó botas de potro en la primera ronda, mostrando una variante del calzado tradicional malargüino, mientras que Jazmín se vistió acorde a la época, reflejando la autenticidad histórica de las niñas en esos festejos. En otras instancias, Juan Cruz también se presentó con botas carrugadas, combinando tradición con la coreografía de la cueca malargüina.

Jazmín y Juan Cruz Zobarzo junto a sus abuelos paternos, quienes transmitieron la pasión por la danza y la cueca malargüina que hoy los lleva a competir y destacarse a nivel nacional.

La competencia no solo les dejó un premio, sino también una valiosa enseñanza sobre el valor del sacrificio y la importancia de preservar la cultura. “Ellos crecieron rodeados de música y baile, es parte de la enseñanza familiar. Verlos disfrutar de la cueca es un orgullo, porque además mantienen vivas nuestras raíces”, expresó su padre.

Un gesto que marcó la competencia fue la generosidad de Juan Cruz Zobarzo, quien decidió otorgar el trofeo que ganó junto a su hermana Jazmín a Malena García y Lionel Méndez, de la delegación de Raza Cuyana, quienes habían quedado un poco tristes por no obtener el premio mayor, demostrando que más allá de la competencia, el respeto y la camaradería entre los participantes son valores fundamentales del festival.

Juan Cruz abraza a un amigo, emocionado al enterarse de que se consagró Campeón Nacional de la Cueca.

Asimismo, Damián agradeció especialmente a los profesores que acompañaron a sus hijos en este camino: tanto a la Academia Amulen, por la formación cultural que reciben allí, como a la delegación de Raza Cuyana de San Rafael, cuyos referentes, los profesores Romina García y Roberto Farías, quienes los convocaron para la competencia y los incluyeron en representación del Sur Mendocino. También destacó la colaboración del cantante malargüino Enzo Verdugo y del músico César Aquichay, quienes acompañaron a los hermanos durante su presentación de la cueca malargüina. “Detrás de cada logro están los profes y músicos, que dedican tiempo, esfuerzo y cariño para que nuestros hijos puedan crecer en lo que aman y mostrar lo mejor de nuestra cultura local”, señaló Damián.

El paso de Jazmín y Juan Cruz por el Festival Nacional de la Cueca 2025 quedará como un recuerdo imborrable para la familia y para la comunidad malargüina, que los vio regresar con un reconocimiento que trasciende lo artístico: el de demostrar que con unión, trabajo y pasión por la cultura, todo es posible.