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Sociedad

Criancero de Malargüe se acercó al concejo a pedir soluciones ante las dificultades de la trashumancia

El Concejo Deliberante de Malargüe recibió este jueves en la banca del ciudadano a Rubén Jaque, quien expuso la situación que enfrentan debido a la prohibición de animales sueltos en la Ruta 222 y los efectos de la Ley provincial 6437. Este espacio permitió visibilizar la problemática de un sector.

Foto: Gentileza Prensa HCD

Rubén Jaque, criancero con actividades de veranada e invernada junto a la Ruta 222, detalló los desafíos que afronta. Sus animales, en la zona de invernada, carecen de acceso a agua y deben trasladarse hasta el río. Esto, según sus declaraciones, los expone a posibles sanciones por parte de la policía rural bajo la Ley 6437, que prohíbe dejar animales sueltos en rutas y caminos. El criancero relató problemas con la policía rural por esta situación, a pesar de que, en esas ocasiones, los animales estaban acompañados. El productor enfatizó que su familia ha habitado esos terrenos con anterioridad a la construcción de la ruta y que por ende tiene un derecho anterior a esta.

La Ley 6437 de la Provincia de Mendoza, que establece multas y el secuestro de animales como sanciones, ha sido un punto de conflicto. Jaque ha sido sancionado en varias ocasiones, de acuerdo a su relato. Según él, la normativa no considera la realidad de quienes dependen de la actividad rural.

El criancero también mencionó que, en una oportunidad, planteó la situación a la vicegobernadora, obteniendo la promesa de instalación de carteles informativos y distribución de folletería en la barrera sanitaria. Sin embargo, no se implementaron estas medidas. Ante la falta de soluciones, Rubén Jaque invirtió en un alambrado de siete kilómetros para proteger a sus animales.

Como propuesta para mejorar la situación, el ciudadano planteó la creación de una “ruta de trashumancia”, dado que la zona experimenta un intenso arreo de animales de abril a mayo y de septiembre a enero. Existen precedentes mundiales, ya que se han conseguido establecer rutas de transhumancia en ciudades como Madrid, por ejemplo.

Desde el Concejo Deliberante, ediles como Viviana Mosca expresaron su preocupación por el desconocimiento de la realidad de Malargüe por parte de los representantes provinciales. Silvina Camiolo por su parte, recordó que en 2022 la provincia declaró de interés la trashumancia y que, a pesar de las solicitudes de cartelería, estas no se concretaron. Camiolo sugirió alternativas como códigos QR en caso de altos costos de impresión de folletos, pero lamentó la falta de “voluntad política”.

Emilce Mancilla señaló que otras actividades económicas, como la petrolera y minera, a menudo interfieren con el trabajo de los puesteros. Pablo Cabrera propuso abordar el tema en conjunto con otros concejos deliberantes del sur mendocino para llevar un mensaje unificado al gobierno provincial.

Rubén Jaque cerró su intervención mencionando dificultades para faenar en el matadero municipal. “Hay un matadero municipal y son unos pocos los que pueden faenar en ese lugar”, sostuvo.

Cabe recordar que la trashumancia es el desplazamiento estacional del ganado desde pastos de verano a pastos de invierno, o viceversa, con el fin de aprovechar diferentes recursos y climas a lo largo del año. Es una práctica milenaria de pastoreo nómada, que implica un profundo conocimiento del medio natural y una forma de vida para comunidades pastoriles, y que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial.