Por Charly Castro
Los sueños de una familia oriunda de Malargüe, Soledad y su esposo, se vieron sumidos en una pesadilla que comenzó en el año 2021. Su pequeño hijo, Gabriel Quevedo, de tan solo 3 años en ese entonces, fue sometido a una operación aparentemente rutinaria en el Hospital Español de Mendoza.
El Dr. Pedro Royo, traumatólogo infantil con matrícula Nacional 98007 y MP:7079, junto con la anestesista María Merlo Roca, llevaron a cabo una cirugía para colocar dos clavos en el codo de Gabriel debido a una fractura accidental sufrida oportunamente en esa época. Sin embargo, lo que siguió a esta intervención cambió sus vidas para siempre.
Cuarenta y cinco días después, estos profesionales médicos citó a los padres al Centro Quirúrgico Palmares, en la ciudad de Mendoza, para la extracción de los clavos. Lo que debería haber sido un procedimiento sencillo se convirtió en una pesadilla impensable literalmente. Durante la intervención Gabriel sufrió una Hipoxia Isquémica Grave debido a la falta de oxígeno. En el quirófano, los médicos no cumplieron con numerosos procedimientos de control vital, pasando por alto la saturación de oxígeno.

El resultado fue devastador: Gabriel entró en paro cardíaco y los médicos tuvieron que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) durante más de 12 minutos. Incluso tuvieron que solicitar ayuda a otros profesionales que estaban en otro quirófano. Producto de esto Gabriel quedó en coma, sufriendo un estado de salud extremadamente grave y siendo trasladado a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Español.
Los padres de Gabriel quedaron atónitos. ¿Cómo podía haber ocurrido algo tan catastrófico al intentar quitar dos clavos de su codo? Gabriel, quien momentos antes de la operación estaba jugando, ahora estaba en coma, y su estado no ha mejorado desde entonces.

Soledad y su esposo claman por justicia para su hijo. Sienten que la vida de Gabriel ha sido arruinada y que ellos mismos son como muertos en vida, luchando con el dolor y el impacto emocional de esta tragedia. A pesar de los esfuerzos, hasta el momento, no ha habido imputaciones de responsabilidad para estos profesionales médicos. La familia, en busca de la justicia que merecen, tuvo que cambiar su lugar de residencia desde Malargüe a Mendoza, donde pueden acceder a los cuidados médicos necesarios para Gabriel y estar cerca de los centros médicos, para su asistencia.
El caso de Gabriel Quevedo, se encuentra registrado en el expediente Nro P-75038/21, caratulado como: FC/ NN P/ LESIONES GRAVES/GRAVISIMAS. Art. 94 Par 2, actualmente en manos del Fiscal Tomas Raúl Guevara, con intervención de la Fiscalía de Instrucción N°33, UFI CORRECCIONAL CAPITAL.
A pesar de las adversidades, Gabriel continúa enfrentando las secuelas de la parálisis cerebral, con cuidados médicos en su hogar en Dorrego, Mendoza. La familia exige que se impute y se inhabilite a los profesionales involucrados y están dispuestos a llegar hasta el final en su búsqueda de justicia. Su esperanza es que Gabriel despierte y pueda crecer como un niño normal, pero el camino hacia la justicia sigue siendo un desafío pendiente.
Si deseas ayudar a Gabriel su familia deja su contacto (Soledad Lazo 261-5260297), así también si querés saber más podes acceder al siguiente enlace haciendo click aquí.