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Deporte

El Karate empieza en la mente

Por

Sensei Diego Bello

Haremos una revisión por los distintos estados mentales que nos ayudaran en nuestro viaje por el arte marcial. Y porque no por nuestras vida diaria. Al final de cuentas eso mismo es el DO.

Zanshin; Mushin; Shoshin y Fudoshin.

Como veremos en un primer vistazo, los cuatro estados tienen algo en común.

Shin o kokoro, puede traducirse literalmente como corazón, pero la traducción no es exacta. En el lenguaje japonés, kokoro podría referirse a todo el mundo interno, incluyendo pensamientos y sentimientos. Esta dicotomía será tema de otra conversación

 Cada uno de ellos no es un lugar fijo, sino que yo mismo los veo cómo hacer malabares con 4 pelotas (y la dificultad que esto representa). Ya que incluso algunos parecen opuestos, o imposibles de alcanzar al mismo tiempo. Lo que no impide que los persigamos.

Zanshin (mente consciente)

Expresa el concepto vigilancia o alerta, aunque esta técnica posee connotaciones que van más allá de la pura estrategia Marcial. Los maestros de Budo enseñan que es también una forma de exteriorizar la vigilancia durante y después de la acción.

Es estar constantemente al tanto de su cuerpo, mente y sus alrededores sin hacer hincapié en ti mismo. Si un ataque o una situación nos toman desprevenidos, de poco valdrá nuestro entrenamiento y preparación. Nuestra respuesta no podrá ser óptima.

Mushin (sin mente)

“Cuando el espadachín se enfrenta a su oponente, no piensa en el oponente o en sí mismo, ni en los movimientos de la espada del oponente. Sólo permanece allí con su espada, la cual, olvidando todas las técnicas, está preparada para seguir los dictados del subconsciente”

Este estado estaría caracterizado por una ausencia de pensamientos y emociones, permitiendo a la mente permanecer abierta y adaptable a todas las circunstancias. Está relacionado con el flujo que experimentan los artistas en un proceso creativo.

El secreto está en practicar, practicar, practicar. Si uno se atasca demasiado en los detalles, o en nuestros (inevitables) errores, se detiene el flujo.

Y en un momento adquiriremos la memoria muscular suficiente para dejar que el trabajo lo haga el subconsciente, entonces uno deja de estar atado a las técnicas, y es auténticamente libre.

Es como aprender a caminar, manejar un auto, a andar en bicicleta, etc. Al principio uno tiene que hacer un esfuerzo, eventualmente uno no piensa que está caminando, manejando o pedaleando solo sale de manera natural, uno lo a internalizado y simplemente fluye.

Shoshin (mente de aprendiz)

“En la mente del principiante hay muchas posibilidades, en la mente del experto hay pocos.”

Se refiere a tener una actitud de apertura, entusiasmo y falta de ideas preconcebidas cuando se estudia un tema, tanto a un nivel avanzado, como de principiante.

Es muy sencillo comprender este concepto. Solo recuerde la primera vez que piso el Dojo, uno empieza con ganas de aprender, escucha todo, intenta absorber todo. Cada lección es valiosa.

Lo realmente difícil es mantener esta actitud a medida que uno avanza, mientras más avanza uno mayor es la tendencia a pensar  que uno ya lo sabe todo.

Ser cinturón negro no es el final del entrenamiento, significa que uno ya ha entendido lo suficiente lo básico, como para empezar a aprender en profundidad. El primer cinturón negro es llamado “Sodan” (primer nivel). Todo lo anterior es nivel 0.

Una pequeña analogía quizás lo ejemplifique bien. El hecho de haber aprendido a escribir (recibir el Cinturón negro Shodan) no lo convierte inmediatamente a uno en novelista. Ser un artista marcial es un trabajo de toda la vida. Ser un Maestro marcial (con M mayúscula) no está al alcance de todos. Algunos solo deberemos contentarnos con arañar la superficie

Fudoshin (mente inmóvil)

Es un estado de ecuanimidad o imperturbabilidad, más que indicar rigidez e inflexibilidad, describe una condición que nos ayuda a evitar que los pensamientos internos o las fuerzas externas nos afecten fácilmente. Se asocia con un sentimiento de invencibilidad, de una mente que no puede ser perturbada por la confusión, la duda o el miedo.

Si uno se rinde ante el primer obstáculo, jamás lograría nada. Cierta cerrilidad nos mantiene en la senda que hemos decidido seguir, aunque las probabilidades estén en nuestra contra, o no veamos que sea fácil. Porque no se termina hasta que se termina.

“Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”

Cuatro estados mentales, cuatros pelotas para hacer malabares.

¿Cuál es tu favorita?

Porque el Karate empieza en la mente…

Y aun no sé dónde termina.

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