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Horóscopo semanal (del 10 al 16 de julio)

Por Astróloga, tarotista y escritora Sol Quiñonez

Holi baby! Que ondis? Esta semana puede que estemos removiendo mucho de nuestra sombra, para darle luz.

Déjate atravesar con la oposición de Mercurio en leo y Plutón en Capricornio.

Marte entra en virgo hasta el 27/08 para poder actuar desde el detalle, lo minucioso pero también lo práctico.

Gracias por leerme y espero leerte también.

Horóscopo semanal

Semana del lunes 10 al domingo 16 de julio:

ARIES (21/3 – 19/4)

Todo se desenfoco, todo se corrió, para volver a nuestro eje, resurgir de las cenizas y aclararnos en el día a día.

¿Qué hago con lo que hago y que sucede en él después?

Voy con mi lupa prestando atención en lo nuevo que se asoma, qué voy descubriendo a medida que me permito descubrir.

TAURO (20/4 – 20/5)

Salto la soga pero también deja de apretar, cuando mis brazos ya no están remando, sino que se sincronizan para flotar entre las cosas que voy superando, entre las cosas que se mueven en la oscuridad, pero también toman forma, luz y claridad.

GÉMINIS (21/5 – 20/6)

Por más que no quiera, lo inevitable surge para empezar a cortar desde la raíz, todos los yuyos que no van. Entonces, tengo esas conversaciones incómodas con mi yo, cierro puertas, y arranco lo que me estorba, lo corto, lo suelto, y lo entierro en otro lugar, dándole espacio, que pueda crecer esta vez, en otras tierras fértiles, pero no más en la mía.

CÁNCER (21/6 – 22/7)

Dejé caer el agua y la gota que rebalsó todo.

Empecé a medir que pesa más, ¿lo que cargo o lo que me cargan a mis espaldas? Entonces solté, las mochilas ajenas y contando las estrellas, dejé de contar situaciones que no tienen nada que ver conmigo, mientras mirando pasó una estrella fugaz y yo ahí pidiendo un deseo: “hacer las cosas diferentes”.

LEO (23/7 – 22/8)

Todo lo que no coincide conmigo como efecto dominó, cae, colapsa, desaparece y vuelve a iniciar.
Dejé que el fuego que soy, no me consuma, pero sí que me mueva, me cambie de situaciones y personas que no son, porque yo no soy cuando aún estoy definiendo los
límites de mi cerco interno.

VIRGO (23/8 – 22/9)

Inicio, rompo, pero también abro.

Además de puertas, ventanas y oportunidades que me esperan desde que vislumbre, más de una ilusión en aquellas oraciones que todos leen, pero que pocos sienten.
Activo todo, inclusive los cambios que quiero, mientras dejo que ellos hagan lo suyo.
Me muevan de lado, transformen mi esencia, rompan alguna que otra estructura y me permitan abrirme a lo que soy.

LIBRA (23/9 – 22/10)

Mi energía forma parte de mí y por eso, voy regando cada parte que se va de mí, en forma de amor repartida en recovecos que me invitan a tomarme un tiempo, mientras me tomo a mí.

Me respiro, me respeto, me doy.

ESCORPIO (23/10 – 21/11)

Prendí la luz para alumbrar la letra chiquita, para observar de una buena vez, que, toda
intención tiene su repercusión si de sentir se trata. Entonces, siento, el todo a nada, lo transformo en todas las posibilidades que pueden ser y son.

SAGITARIO (22/11 – 21/12)

Dame fuego, vida soy.

Me dejo atravesar por lo nuevo que emerge desde el brote de una semilla que hace tiempo me plante a mí, en el fondo, lejos del lente que observa, pero que realmente no ve.

Porque no comprende, no observa lo que está, en la esencia, en el ser. Mientras permito que todo sea.

CAPRICORNIO (22/12 – 19/1)

Cambié la cerradura que separa mi mente de mi corazón y te dí permiso de entrar.

Te sacaste los zapatos, pero sé que todavía estás aprendiendo a caminar descalzo mientras despojamos de nuestras energías, las que suman y las que ya no.

ACUARIO (20/1 – 18/2)

¿Quién dijo que la palabra no tiene importancia si se trata de traducir tu corazón?

Dejo que las llaves no sean una excusa a la hora de que me golpees la ventana y te abra la puerta, puede que después de todo, no sea tan malo intentar que quedarnos con las ganas.

PISCIS (19/2 – 20/3)

Voy en puntitas de pie, y una fila en la que no entras, pero tampoco cedes. Entonces, te corro también para que me dejes pasar y me ponga en esos lugares que todos quieren, pero que pocos acceden. La vulnerabilidad de lo que llevo por dentro y ya no tanto por fuera.