Puede que en el contratiempo del reloj alguna que otra herramienta encaje en todo aquello que se iba zafando mientras el agua entraba, el fuego también. Hay algo en la melancolía de las creencias que dejamos atrás, para darle pausa, un beso, una caricia y seguir.

Inhalo todo lo que merezco y exhalo lo que hace tiempo caducó.
Voy expresando mis emociones, habitando mis sentimientos, diciendo lo que soy, y dejando de ocultar todo lo que permanece en letra chiquita, para reconocerme ante tantas luces, y mi brillo interno cada vez, se ilumina más.

Reflexionó, camino, respiro, voy.
Puede que en la intromisión de terceras personas, empiezo a contar a más de tres.
Vuelvo, me habito, descuento y empiezo a sumar.
Quiero estar seguro al momento de dar un salto y poder decir, que no sé qué hay del otro lado, pero me tiro igual.

Cariño mío, adéntrate un poquito.
Abrázame cada recoveco,
Introduce palabras que sanas,
Acaricia mis heridas, ¿las sentís? Voy llevando tu dedo, guiando, para que toques mis cicatrices, para que beses cada parte de lo que fui, de lo que soy, y de todo lo que esta noche dejo de ser.

Deambulando estoy.
Puede que perdí el rumbo más de una vez y seguiré en ese ciclo, que avanza y retrocede, pero que el escenario cambia, se hace grande, toma otros colores, y vuelve a empezar.

Desmarcaré todo lo que habita a oscuras,
Le dí luz.
Abrí las ventanas,
Solté anclas.
Dejé caer mi piel, también la tuya.
Desnuda puedo sentirte mejor,
Desnuda me siento que puedo intentar dejar de intentar y ya no fingir,
Que el corazón está habitándome, y el amor me rodea mientras vuelvo a elegir otras tormentas, y ya suelto, lo que no hace crecer, mientras planto nuevas semillas en el hoy.

Todo sucede por algo, lo repito como un mantra mientras voy pedaleando abajo de un sol, que además de iluminarme, me hace más consciente del lugar en donde estoy.
¿Qué tan lejos uno puede llegar cuando de encontrarse se trata?

Fuego intenso, alma pura.
No me gusta lo tibio, pero me das a elegir una paleta de colores, desplegando en mi, una posibilidad, que equilibra además de mi pasión, todas las fusiones que hago, mientras apago la pava y me tomo otro té.

La libertad que me habita en las venas,
Esta vez, hizo una tregua entre mi sentir y lo que soy.
No miento cuando digo, que de un cambio, pasó a tres, pero bajo, respiro, acepto, medito, encuentro.
Flor en los lugares más recónditos del planeta, de mi universo y del qué sos, cuándo somos.

Habítame a oscuras.
Toca mis límites.
Esta vez, te voy a dejar pasar, voy a bajar la guardia, y decirte al oído todo lo que vengo aguantando mientras me quito la capa, la espada, y ya no peleo, ni busco tener la razón, cuando de perdonarme, perdonarte, se trate.

Infierno que me habita.
Agua que me corrompe,
Pensamientos que se drenan,
Emociones que me calan.
Voy, desarmando más de una palabra y un mensaje subliminal, para quedarme con lo más simple,
La caricia del alma.

Lágrimas de cocodrilo, abrazo a tiempo.
Supe sortear todos los obstáculos para encontrarme de frente con la ternura de la mano de la intuición, esta noche, quiero que me mires, me guíes, me dejes llevar.
Suelto el mando, el control, la máscara, la etiqueta, y voy.
¿Me encontras ?