En una emotiva noche cargada de recuerdos y emociones, la actual Reina Nacional del Chivo, Juliana Trejo, se prepara para pasar esta noche la antorcha a su sucesora, la nueva soberana elegida por el público. Con un discurso lleno de gratitud y nostalgia, Julieta compartió los momentos más destacados de su reinado, marcado por experiencias inolvidables que dejarán una huella imborrable en su vida.
“Creo que en la vida uno siempre se va llenando de nuevas experiencias“, expresó a Malalweb Juliana, rememorando el inicio de su aventura como candidata a reina del paraje El Salitral. Con tan solo 21 años, decidió embarcarse en esta travesía que cumpliría el sueño que desde pequeña anhelaba. El apoyo incondicional de su comunidad la llevó a convertirse en la soberana de la Fiesta Nacional del Chivo, un momento que describe como “espléndido” y lleno de emoción.
Durante su reinado, la joven recorrió su departamento y representó a Malargüe con orgullo en diversas actividades y festividades, desde la Fiesta de la Vendimia hasta eventos internacionales. Sin embargo, uno de los momentos que más la marcó fue el fuerte temporal de nieve que azotó la región, donde mostró su compromiso y solidaridad al brindar apoyo a las familias afectadas, demostrando su verdadero espíritu de servicio hacia su comunidad.
Entre lágrimas de felicidad, la reina destacó el apoyo incondicional de su gente, el afecto de los niños, y la camaradería que compartió con otras reinas y autoridades. Asimismo, agradeció el acompañamiento de las distintas administraciones gubernamentales, aunque reconoció los desafíos encontrados en la ejecución de proyectos como la integración de la zona rural a la ciudad.
Concluyendo su reinado con gratitud y optimismo, brindó palabras de aliento a las nuevas candidatas, instándolas a disfrutar cada momento de esta experiencia única y a asumir con responsabilidad el compromiso de representar a su comunidad. “Que nunca pierdan su esencia y humildad“, enfatizó, recordando que más allá de las coronas, lo más importante es el servicio y la entrega a su pueblo.
Así, entre aplausos y lágrimas, Juliana Trejo deja su reinado con la certeza de que su legado perdurará en el corazón de Malargüe, donde seguirá siendo recordada como una reina que caminó con humildad y dedicación por las calles de su amado departamento, dejando una huella imborrable para toda la vida.
