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La política hoy

Por Lic. Jorge Abaca y Vedia

La política en la actualidad, se asemeja a prima facie, a lo que el politólogo y filosofo inglés Thomas Hobbes, entendiera como Estado de Naturaleza, un estado de “guerra potencial” y de anarquía.

Esta última, se observa en el cuestionamiento de lo obvio, la ley, en forma permanente, lo que regula la ley y lo hiciera históricamente. Se pone en tela de juicio, esto se ve de manifesto en todos los ámbitos, inclusive en casos emanados del poder que lo detenta, llámese a este Poder Ejecutivo.

La División de Poderes planteada por Montesquie, con el fin de ser una herramienta de contralor y de pesos y contrapesos, que son relaciones mutuas de autoridad que les permite a los Poderes controlarse unos a otros y resistir recíprocas, quedan relegadas, ya que los que se atribuyen el poder factico hacen caso omiso de la misma.

¿Qué se puede decir de la política de hoy?

En relación a los legisladores, nos encontramos con la realidad que salvo 2 o 3  de ellos presentan un debate en torno a las políticas que ellos mismos pregonan. Los demás, son una suerte de inteligencia artificial, que eventualmente solo levantan la mano sin presentar resistencia a lo planteado por los demás legisladores.

La realidad política existente, va a seguir corriendo la misma suerte, en tanto y en cuanto los sujetos políticos, representantes de las distintas facciones políticas, no estén nutridos de cultura general, como así también imbuidos de su propia ideología. La que, en la mayoría de los casos, la desconocen, y por ende, lejos están de conocer la doctrina del opositor a fin de poder generar un debate que deje de ser estéril.

Es menester plantear un debate político a fin de desenmascarar al interlocutor y, de esa manera, posicionarse de manera firme en la dialéctica política. El debate es de suma importancia, el conocimiento acabado del partido político que se representa. De esa manera, se plantea una verdadera discusión en torno a lo político, llevándose a cabo una defensa genuina del posicionamiento político que el legislador tiene. Esto tiene una doble consecuencia, una es la del debate real en defensa de una ideología y la otra es respaldar el proyecto que se postula con la respectiva doctrina que le sirve de base, lo que da como resultado el posicionamiento ideológico de cada uno.

La realidad política no tiene nada que ver con lo doctrinal, ya que estas están intactas, los que fallan son los sujetos políticos que, por su desconocimiento en la materia, no pueden hacer la defensa de la misma.

Los cargos ya no son Ad Honorem

La política vigente, se presenta en nuestros días degradada, porque hoy una mera salida laboral, por lo cual, lejos de superarse, se degrade más y más. Esto trae aparejado un desprestigio por las instituciones que otrora eran Honorables y en el presente, no se tenga un respeto real por las mismas. Así también, el abuso de poder de la clase dirigente, donde muchos de ellos acompañados de un gran resentimiento y hambre de poder, se ponen de manifiesto en lo que Michel Foucault llamara Microfísica del Poder. La misma permea en todos los ámbitos de la sociedad, de manera silenciosa, casi imperceptible, y sobre todo en los sujetos del ámbito político.

Habrá que alzar libros a fin de contrarrestar esta falencia que nos ha llevado a la No Política, y evitar que la degradación siga su curso.