El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), organismo autárquico fundamental en el desarrollo rural y agropecuario del país, enfrenta un escenario de creciente incertidumbre ante propuestas del Gobierno Nacional que, mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), buscan modificar su estructura directiva y avanzar con un fuerte recorte presupuestario.
La reforma implicaría una reducción en el número de integrantes del Consejo Directivo —máxima autoridad del INTA— de diez a ocho miembros, otorgando mayoría al Poder Ejecutivo y a la Mesa de Enlace. En caso de empate, el voto definitorio lo tendría el presidente del Consejo, designado por el Ejecutivo. Desde distintos sectores, esta medida es vista como una amenaza a la autonomía institucional del organismo, ya que podría condicionar sus decisiones a intereses políticos coyunturales.
En paralelo, se baraja la eliminación de agencias de extensión rural en todo el país, entre ellas la de Malargüe, lo que implicaría una desarticulación del contacto directo entre técnicos y productores.
Desde este medio dialogamos con el ingeniero Javier Macario, responsable del INTA Malargüe, quien advirtió sobre el impacto negativo que estas decisiones podrían tener en la región: “Estamos ante una situación de incertidumbre. Hay propuestas de cerrar agencias debido a la proximidad entre una y otra, pero no hay nada concreto. Lo que sí sabemos es que peligran más de 1500 puestos de trabajo a nivel nacional, y se habla de transferir las extensiones a las provincias, algo para lo que las provincias no están preparadas”.
Macario también recordó antecedentes similares: “Cuando el gobierno cerró el Instituto de Agricultura Familiar, muchos técnicos de terreno quedaron sin empleo y los productores sin asesoramiento. Si se repite el mismo modelo, se rompe el vínculo directo con el territorio, algo que el INTA ha construido durante décadas”.
La agencia de Malargüe, que este año cumple 40 años de trabajo continuo, depende de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Rama Caída, que también nuclea a las agencias de General Alvear y San Rafael. Desde esa dirección se emitió un comunicado de prensa oficial en el que se expresa una “profunda preocupación ante la grave crisis institucional que atraviesa el INTA, frente a iniciativas políticas de ajuste”.
“El debilitamiento del INTA impactaría de forma directa en las cadenas productivas de la región y en las economías que dependen de ellas, generando consecuencias negativas en el desarrollo local, la innovación y la sustentabilidad”, advierte el documento. Además, se alerta sobre “los efectos irreversibles que podrían ocasionar estas medidas en el sistema de ciencia y técnica aplicado al sector agropecuario”.
Frente a este panorama, trabajadores del organismo y representantes de la comunidad local comenzaron a reunir notas de adhesión para manifestar su rechazo. En Malargüe, ya se pronunciaron el Concejo Deliberante y la Cámara de Comercio, sumando su apoyo a la continuidad del INTA y de su agencia local. Las adhesiones pueden mandarse de manera digital al telefono de Javier Macario +54 9 11 6890-1943.
