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Cultura

¿Por qué es un momento icónico el 16 de diciembre para Malargüe?

Por Dr. Sergio Eschler

DEPARTAMENTO SI, DISTRITO NO

El proceso de emancipación departamental se inició varios años antes de 1950, tendrá una etapa de consolidación hasta el Motorazo de 1964, donde una pueblada de malargüinos/as resistieron el autoritarismo y centralismo del Gobierno provincial de Francisco Gabrielli, quien pretendía dejar sin energía a la Villa Sureña.

Una página dorada de este devenir histórico local, fue el 16 de diciembre de 1950, exactamente un mes después, de que la Legislatura de Mendoza elevara a Malargüe como Departamento mediante la Ley 1937. El Gobernador Blas Brisoli llega al Sur de la provincia con la finalidad de “convertir en Realidad lo que hasta hace poco era palabra del candidato y larga aspiración del vecindario, proclamar solemnemente la transformación del antiguo distrito en un moderno departamento denominado Presidente General Perón.”

La autonomía municipal lograda por este año emblemático de la Historia Argentina, por los homenajes al General San Martín por el Centenario de su fallecimiento, fue producto de un gran activismo civil. Un conjunto de vecinos formó la Comisión Pro Creación del Departamento, en 1948, encabezados por Leopoldo Benegas como Presidente y Argentino Salomón Ruiz como Vicepresidente junto a otras destacas personalidades, que luego fueron claves en el desarrollo y organización de la nueva jerarquía institucional en los territorios sureños.

La historiadora Ivana Hirschegger[1], plantea que el pedido de la creación del departamento y de autonomía municipal por parte de institución se llevó a cabo en un contexto en el cual se propiciaba el desenvolvimiento económico de la zona a partir de la llegada del Ferrocarril y de la actividad minera, sin embargo, el escaso adelanto edilicio de Malargüe fue el motivo principal que incidió en el surgimiento de este movimiento “separatista” y en la necesidad de los pobladores de contar con un gobierno municipal propio. A través de los periódicos de la época, principalmente locales, pudimos corroborar esta situación ya que, entre 1947 y 1949 fueron recurrentes los problemas sin solución relacionados con la falta obras de urbanización40, las malas condiciones higiénicas del matadero, el abandono del cementerio de la villa, la falta de agua potable y la deficiente prestación de los servicios de energía eléctrica. Una errática planificación de la Municipalidad por la falta diagnóstico integral previo y del conocimiento de las principales necesidades de ciertas áreas, en este caso de los distritos alejados, dado, entre otras cosas, las características geográficas. Luego vendrán los debates sobre la sostenibilidad del departamento en términos económico y financieros en las Casas de las Leyes de Mendoza.

El Gobernador, que había remitido el Proyecto a la Legislatura mediante las charlas con la Comisión de vecinos, llegaba a departamento mas austral al frente de una caravana guacha que lo había estado esperando, montado en un caballo blanco y con la bandera de la patria flameando, hizo su entrada triunfante en la villa de Malargüe ante los acordes de marchas militares ejecutadas por la policía de la provincia, mientras que el público nunca visto, ovacionaba en forma emocionada a la enorme caravana popular.[2] La prensa evidenció tan significativo acto institucional poniendo en valor los discursos de los oradores quienes resaltaron la religiosidad, misticismo, veneración a los vecinos, las costumbres locales, pasiones y encuentros.

Un destacado vecino Carim Rasso, recuerda en su biografía: Un ciudadano, un terruño y una utopía. Su emergencia, su obra y su legado[3] que con 14 años y como abanderado de la Escuela Rufino Ortega, fue llevado por el alto mandatario hasta Río Grande en el auto oficial. Los nervios, la falta de costumbre de andar en auto y la presencia de los altos funcionarios, provocaron su descompostura en plena marcha, aunque este episodio no oscureció el clima festivo y la algarabía.

Bajo la enorme participación popular, los protocolos institucionales, y la conciencia civil quedaba inaugurado una nueva etapa, con una categoría departamental que significaba, según las disposiciones legales, otorgarle autonomía municipal en lo político, económico-financiero y administrativo. Ahora bien, una vez creado el departamento, fue designado por decreto del gobierno provincial, un Comisionado para hacerse cargo de la administración municipal hasta las próximas elecciones. Ahora empezaba los más difícil, sostener las viejas aspiraciones de los vecinos mediante un gobierno propio. Por las hendijas de las historias y las memorias de localias, se deja ver, lo estratégicas que fueron aquellas visiones fundadoras basada en una soberanía política, negada hasta ese tiempo.

Foto portada: Gentileza


[1]  Hirschegger Ivana, 2010, JERARQUÍA DEPARTAMENTAL Y AUTONOMÍA MUNICIPAL EN EL OASIS SUR DE MENDOZA (ARGENTINA – 1948/1950) En: file:///C:/Users/Sergio%20Eschler/Downloads/Dialnet-JerarquiaDepartamentalYAutonomiaMunicipalEnElOasis-3911190.pdf

[2] BIANCHI PORRA Rosa, 2001, Memorias de Medio Siglo, Zeta Editores. Pp. 27.

[3] ESCHLER Sergio, 2018, DECALOGO DE UNA VILLA SUREÑA, MALARGUE ENTRE LOS SIGLO XIX y XX, Editorial Carlos Barros.