Por Augusto Stempels
Las LELIQs son las Letras de Liquidez del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Estas letras son instrumentos de deuda de corto plazo utilizados por el Banco Central para absorber liquidez del mercado financiero, controlar la cantidad de dinero circulante y, en consecuencia, regular la inflación.
Es decir, son bonos emitidos por el BCRA, que se les otorgan a los Bancos Privados, quienes le prestan pesos a aquel, y a cambio reciben una tasa de interés estipulada. ¿De dónde sacan ese dinero los bancos que le prestan a la autoridad monetaria? principalmente de los depósitos a plazo fijo, los cuales en su gran mayoría están colocados en este instrumento financiero.
¿Para qué se utilizan las LELIQs?
El objetivo principal de este instrumento es absorber la liquidez de la economía para frenar su circulación, mitigando el efecto inflacionario, pero “pateándolo” para más adelante, debido a la dinámica que explicaremos posteriormente.
Las falencias y peligros del sistema argentino
En otras palabras, en un país “normal”, los bancos privados reciben depósitos de sus clientes y luego los prestan a individuos y empresas del sector privado; mientras que en el sistema financiero argentino, estos bancos reciben depósitos y los prestan, en su mayoría, al gobierno nacional.
El peligro principal radica en el plazo de vencimiento de las LELIQs, porque pasados 28 días debe pagarse el monto prestado en su totalidad más un interés sobre el monto invertido. Esta tasa de interés hasta hace poco era del 130% anual. Todo esto supone una emisión monetaria futura para hacer frente a dichas obligaciones financieras.
La magnitud de estos activos se ha vuelto exorbitante. Al día de la fecha, hay aproximadamente un total 26,5 billones de pesos colocados en Pases Pasivos (explicados más adelante) y LELIQs. En comparación, toda la base monetaria (billetes y monedas en poder del público y el dinero electrónico a la vista) al 22 de noviembre llegaba a $7.67 billones de pesos. Es decir que el BCRA mantiene fuera de circulación casi $3,50 por cada $1 que sí circula. Si la inflación es del 140% anual y el dólar libre cotiza a casi $1.000 con $7,67 billones de pesos en la calle, no es difícil imaginarse qué pasaría si de repente se sumaran al dinero en circulación otros $26,5 billones que en este momento están esterilizados en LELIQs y Pases Pasivos.
Con la última comunicación del BCRA, el día 18 de diciembre de este año, se decidió bajar la tasa de interés pagada por los pases pasivos al 100% anual, y dejar de licitar nuevas solicitudes de LELIQs. Sin embargo, esto no es suficiente ya que el problema de los vencimientos aún persiste.
¿Qué son los pases pasivos?
Otro activo importante a tener en cuenta son los pases pasivos. En palabras simples, son un instrumento similar a las LELIQs, cumplen su misma función y mantienen la misma dinámica, con la diferencia que su vencimiento se da entre 1 o 7 días, en lugar de 28, aunque hoy por hoy sólo hay dinero colocado a 1 día vía Pases. Al igual que la LELIQ, el Pase Pasivo paga una tasa a los bancos levemente menor a la de las LELIQ pero es de mucho más corto plazo. Es importante señalarlo porque en las últimas semanas, ante los movimientos de Milei y Caputo para desarmar “la bola de LELIQs” los bancos se adelantaron y dejaron de colocar dinero en LELIQs. Ahora, tienden a preferir los Pases Pasivos. Esto es porque si toman una LELIQ que vence dentro de 28 días cobrarán el capital y los intereses en un futuro demasiado lejano, lo cual no resulta propicio en un contexto de incertidumbre macroeconómica.
El mayor problema: salir del CEPO
Es evidente que el desdoblamiento cambiario es condición necesaria para la estabilidad macroeconómica argentina. Las distorsiones generadas por los distintos tipos de cambio mermaron el crecimiento de nuestro país. Pero la transición hacia este nuevo equilibrio no será tarea sencilla, dadas las condiciones financieras actuales.
Si se elimina el control de cambios, lo cual singnificaría el fin del CEPO, permitiendo a los individuos comprar y vender dólares libremente, esos $26,5 billones de pesos de los depositantes que están respaldados por LELIQs y Pases probablemente fueran rápidamente a comprar dólares. Las implicancias de lo anterior dependen de cómo se cancelen estos activos financieros al momento de su vencimiento, para que los individuos puedan disponer de sus depósitos:
Emisión Monetaria: Esta estrategia implica aumentar la oferta monetaria, lo que potencialmente incrementa la liquidez en la economía. Al inyectar más dinero, se busca cubrir la deuda de las LELIQs. Si la emisión es excesiva, puede desencadenar una espiral inflacionaria de proporciones estratosféricas.
Plan Bonex (Confiscación de Depósitos): En este caso, el Banco Central emite bonos y obliga a los depositantes cuyos depósitos están respaldados por LELIQs a aceptar estos bonos como reemplazo de sus depósitos. De esta forma, los depositantes se ven forzados a cambiar sus depósitos por estos bonos emitidos. Esta medida puede generar incertidumbre, desconfianza y podría incluso afectar la estabilidad financiera.
Cancelación mediante deuda en USD: Esto implicaría que el Banco Central pagaría las LELIQs emitiendo deuda en dólares estadounidenses. En consecuencia, la deuda en dólares reemplaza la deuda existente en pesos, sin generar un exceso de moneda nacional circulante. Dependiendo de las condiciones de la deuda en dólares (tasas de interés y plazos de pago), el país asume el riesgo de enfrentar dificultades financieras si no puede manejar eficientemente esta deuda en moneda extranjera.