El Centro de Día Recrear reafirmó su compromiso con la inclusión al brindar a ocho jóvenes con discapacidad la oportunidad de participar en la Fiesta Nacional de la Vendimia. Esta experiencia no solo les permitió disfrutar de una de las festividades más emblemáticas de Mendoza, sino que también destacó la importancia de crear oportunidades para todos los miembros de la comunidad.
La iniciativa, que se ha convertido en una tradición para el centro de día, buscó promover la inclusión y demostrar que todos tienen el derecho de disfrutar de eventos culturales y sociales significativos. A través de la venta de productos elaborados por los propios jóvenes, el centro de día pudo financiar el viaje, brindando una oportunidad única para que los chicos participaran activamente en la sociedad.
Durante su estancia en la Vendimia, los jóvenes no solo disfrutaron de las festividades, sino que también fueron recibidos con calidez y apoyo por parte de la comunidad local. Desde presenciar el Carrusel hasta participar en el acto central en el anfiteatro Frank Romero Day, cada momento fue una celebración de la inclusión y la diversidad.
“Estar alentando a Candela fue una experiencia increíble“, expresó Eliana Perea, directora del Centro de Día Recrear, recordando el espíritu de solidaridad y apoyo que prevaleció durante todo el viaje.
El retorno a Malargüe estuvo marcado por la gratitud hacia todos aquellos que hicieron posible esta experiencia inolvidable. Desde los padres que confiaron en la institución hasta el personal de planta y el chofer, cada contribución fue fundamental para hacer realidad los sueños de los jóvenes y fomentar un sentido de pertenencia y participación en la comunidad.
El Centro de Día Recrear demostró una vez más que la inclusión y la oportunidad pueden transformar vidas y enriquecer comunidades, dejando un impacto duradero en los corazones de quienes participaron en esta experiencia única.