Un hecho tan insólito como llamativo se registró esta semana en Malargüe, cuando un poni ingresó a una barbería local y se convirtió, por unos minutos, en el centro de todas las miradas. El hecho ocurrió un martes nublado y con lluvias, y sorprendió tanto a quienes se encontraban dentro del local como a los transeúntes que observaban desde el exterior.

La escena tuvo lugar en la barbería Young Kingz (Jóvenes Reyes), donde uno de los propietarios recibió a un grupo de visitantes provenientes de Buenos Aires, quienes se encuentran de paso por la ciudad tras un viaje de larga distancia. En ese contexto, y con el consentimiento del dueño del animal, el poni fue parte de una intervención simbólica vinculada a la estética y el cuidado personal.

Desde el comercio explicaron que la iniciativa se enmarca en una propuesta creativa orientada a generar contenidos digitales y experiencias diferentes, que reflejen tanto la pasión por el oficio como la intención de disfrutar de situaciones cotidianas desde una mirada original. En ese sentido, destacaron que el objetivo fue transmitir que el cuidado y el “mimo” no son exclusivos de las personas, sino que también pueden extenderse, de manera respetuosa, a los animales.

La actividad se desarrolló sin inconvenientes y despertó curiosidad y sonrisas entre vecinos y clientes ocasionales. Según relató el dueño de la barbería, Rubén Ríos, la experiencia fue vivida como un momento distendido y positivo, que logró captar la atención general y reforzar la idea de que las iniciativas creativas pueden plasmarse en distintos rubros y contextos.
El episodio, que rápidamente se difundió en redes sociales, dejó una postal poco habitual para la ciudad y sumó una anécdota singular a la vida cotidiana de Malargüe.



