La Copa Argentina de Vóley, es un torneo anual que despierta la pasión de los amantes del deporte en todo el país, y se convirtió en el escenario donde la joven malargüina, Paulina Ravagnan, deslumbró con su talento y dedicación. Organizado por la Federación Argentina de Vóley, este torneo reúne a equipos femeninos y masculinos en una competencia que va más allá de la cancha, convirtiéndose en un rito sagrado para los apasionados del vóley.

En su edición Sub 14, donde participaron 30 equipos femeninos y 27 masculinos, Paulina (14) emergió como una figura destacada, llevando consigo el espíritu inquebrantable de Malargüe por cuarta vez, tres con sub14 y una con sub16. Su camino hasta la Copa Argentina no fue un simple recorrido deportivo; fue una travesía marcada por el esfuerzo, la disciplina y el deseo de representar a su comunidad en el escenario nacional.

Los partidos que allí se juegan adquieren una dinámica única al jugarse en un estadio con ocho canchas en simultáneo. Esta disposición proporciona una experiencia intensa tanto para los jugadores como para los espectadores, ya que se despliegan varias contiendas emocionantes al mismo tiempo.

Desde Malalweb hablamos con Paulina, quien nos contó que el proceso para llegar a la Copa Argentina implicó superar obstáculos en los regionales. En el caso de su equipo, Maipú, debieron enfrentarse con conjuntos de San Luis, San Juan y Mendoza. En esa instancia, ellas lograron ubicarse entre los tres equipos clasificatorios y Malargüe estuvo presente en la figura de Paulina Ravagnan. En las competencias que tuvieron lugar en Chapadmalal, Mar del Plata, el equipo de Maipú logró ubicarse en la posición 8 de 30, resaltando el nivel de las jugadoras, donde participa Malargüe.

“Estoy agradecida con Lorena Zapata por haberme federado en Maipú. Y también con todos los profes de la escuela de Vóley Malargüe y especialmente con mi entrenador Daniel Balverdi que me ayuda todos los días a seguir creciendo y superándome.”, expresó la jugadora.

Añadió: “Ojalá que otros chicos de Malargüe se animen a conocer otras realidades y a crecer deportiva y personalmente que, con esfuerzo, disciplina, perseverancia, ganas y amor al vóley, todo es posible”. Luego extendió un agradecimiento especial a su familia indicando que sin el acompañamiento de ellos, esto no sería posible.