Los puesteros de la zona rural de Malargüe enfrentan un problema que persiste desde hace años: los ataques de pumas a sus animales. Durante las noches, estos depredadores se acercan a los puestos y matan a los animales, causando grandes pérdidas a las familias dedicadas a la cría de ganado.

La familia Vallejo, del puesto Arroyo Loncoche, sufrió una de las peores noches, cuando 25 de sus animales fueron atacados y muertos por un puma entre la noche del sábado y la madrugada del domingo 1 de setiembre. El criancero expresó su desesperación: “Ya no sé qué hacer, sigue haciendo daño y no se pueden matar.” Entre las víctimas se encuentran potrillos y otros animales, lo que afecta gravemente la economía de los crianceros. “Los animales se van a terminar, la gente del campo se va a ir a la ciudad”, lamentó.

Esta situación no es aislada. Otro vecino, Francisco Ollarce, comentó una situación ocurrida en el Puesto de Manuel Pacheco, otro criancero de la misma zona, en donde una pareja de pumas habría matado varias chivas. Con indignación, Ollarce cuestionó la falta de medidas efectivas para controlar a estos depredadores: “Una vez más la ganadería malargüina sufre otro atraco. ¿Qué hace ganadería? ¿Quién tiene la responsabilidad de no permitir la eliminación de animales predadores como estos?”

Los puesteros señalaron la falta de soluciones concretas. La problemática no solo amenaza la economía rural, sino también la permanencia de las familias en el campo, quienes ven en riesgo su modo de vida ante la continua presencia de estos depredadores.