En el marco de la Fiesta Nacional del Chivo, el Certamen de Canto y Danza, que tuvo lugar en el Polideportivo de Malargüe, destacó un momento cargado de emoción y sentimiento. Franco Martínez y su hija Josefina, oriundos de Rama Caída, San Rafael, lograron cautivar a todo el público presente al interpretar una zamba que conmovió hasta al jurado. La pareja se consagró con el primer puesto en la categoría paternal-maternal libre, una categoría que reflejó no solo talento, sino también el vínculo profundo entre padre e hija.

Ambos forman parte de la Academia Raza Cuyana, dirigida por los profesores Romina García y Roberto Farías. En una entrevista con Malalweb, Franco Martínez comentó que comenzó a bailar a los 8 años y lo hizo hasta los 16. Afirma que decidió regresar a la danza gracias al entusiasmo de su hija, quien lleva casi tres años practicando folclore, y con solo 9 años, se presentó junto a su padre en este escenario de gran magnitud llevándose el primer lugar del rubro maternal paternal libre.




Además expresó lo que significó para él este momento único: “Volví a bailar gracias a la locura de los profes y de mi señora, que me pidieron bailar con mi hija. Para mí fue un desafío, una experiencia que jamás se me hubiese cruzado por la cabeza, bailar en un escenario de esta magnitud con mi hija”, expresó emocionado.

Franco detalló que la intención era compartir y disfrutar la experiencia. “Nunca estuvo en mi cabeza ganar, pero se dio porque tenía que ser. Fue un momento tan emotivo que no sé cómo aguanté las lágrimas. Al bajar del escenario se nos corrían las lágrimas a todos.”, relató visiblemente conmovido.

El jurado y el público no pudieron evitar emocionarse con la conexión visible entre padre e hija, que transmitieron con su danza una fuerza y amor que dejaron huella en el Certamen. Un aplauso unánime se levantó al final de su presentación, destacando la magia que crea la familia al compartir una tradición tan rica como el folclore.