En el marco del Festival Internacional de Cine de Trashumancia “Pasturas”, se realizó en Malargüe el preestreno de Trashumantes, Suso y Eliseo, el nuevo documental dirigido por Tato Moreno y producido por Claudia Gaynor, creadores del aclamado Arreo. Esta nueva obra, que pone en valor la trashumancia como patrimonio cultural y práctica ambiental vital, tuvo una emotiva recepción en nuestra comunidad.

Uno de los protagonistas del filme, Eliseo Parada —arriero trashumante del sur de Mendoza— compartió con Malalweb sus impresiones tras la experiencia de representar a la trashumancia malargüina en tierras españolas.
“Hemos tratado de representar a Malargüe, a Mendoza y a Argentina de la mejor manera posible”, expresó Eliseo. “Fue poco el tiempo que tuvimos porque teníamos que estar un mes y yo no pude viajar, pero al menos pudimos explicar a los españoles cómo es nuestro trabajo. Nos vinimos muy contentos.”

El documental muestra los contrastes entre dos mundos
La película expone con sensibilidad las diferencias entre las realidades de los pastores en España y Argentina. Mientras en el país europeo existen leyes que amparan y protegen la trashumancia —permitiendo, por ejemplo, que los arreos atraviesen pueblos y ciudades con el respeto de los automovilistas—, en Mendoza las normativas suelen obstaculizar la práctica.
“Allá hay leyes que hacen que la ciudadanía respete la trashumancia. En cambio, acá, la ley nos perjudica. Tendría que ser compartida: como pararse en un semáforo, no cuesta nada esperar unos minutos a que pase el arreo”, explicó Eliseo. “Allá los vientos son brisas; nosotros tenemos viento de verdad. Y tenemos más extensión de tierra. Acá pasamos el invierno en un lugar, el otoño en otro y la veranada en otro.”

Un gesto de gratitud
Con una humildad que lo caracteriza, Eliseo expresó su deseo de devolver a la comunidad lo que considera una oportunidad colectiva.
“El pasaje lo pagó el Estado, pero en realidad lo pagaron todos los malargüinos. Por eso me gustaría ir a mostrar la película a las escuelas rurales, ya que mucha gente del campo no pudo venir a verla. No por interés económico, porque la motivación del documental nunca fue el dinero. Todos nos han apoyado, tal vez no con plata, pero sí con cariño, y eso es muy importante.”

Ante la pregunta sobre si algún día el Estado Provincial o Municipal podría reconocer formalmente los caminos trashumantes, como sucede en España, Eliseo respondió con esperanza, aunque con cautela: “La esperanza está, pero si se va a lograr o no, no lo sé. Depende del pensamiento de los dirigentes y legisladores.”
Un proyecto colectivo
Tras la proyección, el director Tato Moreno se mostró visiblemente conmovido. Agradeció profundamente a la familia Parada por abrirle sus puertas y también al equipo técnico que hizo posible la producción, destacando especialmente al malargüino Sergio Martínez, quien participó como camarógrafo y viajó junto a Moreno a España para continuar el rodaje.

Trashumantes no solo documenta una forma de vida ancestral, sino que nos invita a reflexionar sobre el vínculo entre los seres humanos, los animales y la tierra. A través de la voz de Eliseo, su poesía en décimas y su compromiso con la comunidad, la película se convierte en un testimonio vivo de una cultura que resiste y florece.



