Carlos Zobarzo, reconocido malambista oriundo de Malargüe, ha dejado una marca imborrable en el escenario del pre Cosquín, donde participó como solista, representando con orgullo a su ciudad natal. Su actuación en la sede de Bombal, Santa Fe, lo llevó a ser el ganador de la misma, otorgándole la oportunidad de competir en la ronda clasificatoria que se llevó a cabo en la madrugada del 7 de enero.

A sus 30 años, Carlos ha dedicado gran parte de su vida al arte del malambo, iniciándose a la temprana edad de cinco años. Aunque también se desempeña como enfermero, la danza ha sido una constante en su vida, compartiendo su tiempo entre el trabajo, la familia y su pasión por el malambo.
El camino hacia el pre Cosquín no parece haber sido fácil para él. A pesar de participar en ocasiones anteriores, esta fue la primera vez que lo hizo como solista. El malargüino no estuvo solo en esta travesía, fue acompañado por talentosos músicos, Carlos Martínez (Malargüe), Lautaro Silva e Iván Coria (Santiago del Estero), quienes contribuyeron con su destreza musical para realzar la actuación. Su experiencia, aunque desafiante, ha sido gratificante, marcada por el esfuerzo y dedicación que ha invertido en su arte.

En su esposa, Florencia, y sus dos hijos, Juana y Luis, Carlos encuentra un sólido apoyo para seguir persiguiendo sus sueños en la danza.
A pesar de las dificultades económicas que enfrenta como malambista, el malargüino mantiene su esperanza y expresó su deseo de que la danza pueda ser considerada como un trabajo remunerado en el futuro. Añadió su perspectiva sobre vivir de la danza, describiendo las dificultades que enfrentan muchos artistas en esta profesión. Aunque reconoció la existencia de malambistas que logran hacerlo, destacó la falta de reconocimiento y apoyo económico en este ámbito.
A pesar de las adversidades, el bailarín se mostró optimista y agradecido por la experiencia vivida en este evento. Su participación como solista es un logro significativo, especialmente considerando que el año anterior no pudo competir debido a una lesión en la rodilla. Su determinación y pasión por el malambo son evidentes, y ahora, con la posibilidad de llegar a la final, Carlos Zobarzo sigue dejando huella en el escenario del folklore argentino.
