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Categoría:
Sociedad

Una denuncia contra una docente de jardín busca respuestas

En el desfile aniversario de Malargüe, celebrado el 16 de noviembre, se vio un pedido de justicia y esclarecimiento. Un grupo de padres realizó una manifestación pacífica en donde se observaron dos banderas con las frases: “En el jardín se cultiva la alegría, no el miedo” y “Pedimos respuesta, resolución HCD 344/2024. De acuerdo a lo indicado por una familia, su intención fue visibilizar una problemática que “no debe quedar en el olvido porque no queremos que otro niño pase lo que pasó el nuestro y sus compañeros”. Este gesto puso en evidencia una problemática que preocupa a los progenitores de los menores.

Desde Malalweb, venimos siguiendo el caso que involucra a una docente de un jardín de infantes, acusada de maltrato psicológico hacia niños de 4 y 5 años, según manifestaciones realizadas por los pequeños y denunciadas por esta familia. En junio de este año, la familia Cañoman presentó una denuncia penal en la Comisaría 24°, argumentando que su hijo habría sido una de las principales víctimas.

Relatos de los padres del presunto maltrato a su hijo

Yanina y Fidel Cañoman, padres del menor, explicaron que aunque la docente fue retirada de su cargo a mediados de año, consideran que desde Junta de Disciplina no han proporcionado respuestas claras sobre el proceso de investigación ni sobre las medidas tomadas. “Si la maestra fue apartada del aula, debe ser porque se comprobó el maltrato hacia los niños”, expresó Yanina aunque su incertidumbre continúa a falta de información oficial por parte de este organismo.

Entre los hechos denunciados, los padres relataron que su hijo, que actualmente tiene 6 años, vivió situaciones que afectaron gravemente su bienestar. “La docente le decía otro nombre totalmente diferente al de él, ella lo llamaba “Fermín”; lo hacía borrar sus trabajos porque estaban feos; lo castigaba, retaba y gritaba con frecuencia. Nuestro hijo tenía miedo y temor de asistir al jardín. Además, el niño debió asistir a terapia psicológica para superar las secuelas emocionales.

“Nuestro hijo necesitó del acompañamiento de nosotros (papá y mamá), para reinsertarse en el jardín porque tenía rechazo absoluto a los directivos y a la institución. No eran mañas como salieron a decir algunos. Nos duele que desde el establecimiento no contamos con el apoyo directivo para continuar el proceso”, continuó contando la madre.

Sobre el proceso de investigación

Entre otra de las declaraciones brindadas a Malalweb, los Cañoman manifestaron su preocupación por la ausencia de comunicación por parte de Junta de Disciplina. Según la familia, las pruebas presentadas, como trabajos escolares con el nombre cambiado y relatos del niño, deberían haber desencadenado una investigación transparente. “No entendemos cómo pudo pasar algo así en una institución tan pequeña (el edificio tiene 1 cocina, la dirección, una galería, tres salas con patio interno y un patio general). ¿Por qué nadie activó los protocolos a tiempo? ¿Nadie vio o escuchó lo que sucedía dentro de esa sala, en la galería o en el patio?…”, cuestionaron, destacando que aún no se han tomado declaraciones a posibles testigos que trabajan en el establecimiento y que tenían contacto permanente con la docente y los niños.

En el camino de la búsqueda por Justicia, el matrimonio expresó su agradecimiento hacia la concejal Silvina Camiolo, quien presentó una resolución para que las legisladoras malargüinas Jesica Laferte y Alejandra Barro gestionen información que permita avanzar en la causa. “Queremos que ningún otro niño vuelva a pasar por esto. Uno lleva a su hijo al jardín confiando en que estará seguro, pero nuestro hijo y algunos de sus compañeros sufrieron lo contrario”, afirmaron.

A más de cuatro meses de presentada la denuncia, los padres siguen exigiendo respuestas. Este caso, que expone posibles fallas en el manejo de protocolos, también se plantearían interrogantes sobre la protección de los niños en los entornos educativos y el compromiso de las autoridades para garantizar su bienestar.